Temáticas del Blog.
lunes, 28 de junio de 2010
Carta para la sociedad
Este texto es autorreferencial por donde se le mire, pero espero que la interpretación de lo que expreso sea de un carácter más amplio. Hace un par de años comencé a conocer gente muy ilustrada de las décadas más variadas, hombres con pelos blancos y otros imberbes. Todos ellos muy especiales, no hay cómo no sacar algo de una conversación, aprendes, modificas tus paradigmas o anclas aún más tus principios. Todos y cada uno son diferentes, todos y cada uno tienen sus temas particulares, laicos, ateos, creyentes, inclinados a la derecha, inclinados a la izquierda, militantes y no militantes, pero todos tenemos algo en común, esa sensación o convicción que la cosa pública no anda bien. Las quejas son de ida y vuelta, desde la separación del Estado y la Iglesia a temas más finos como algún decreto municipal o ley sobre lo que sea, todos concordamos en que la sociedad ha perdido valores, o que quizás ha adquirido algunos que no son sanos bajo nuestra mirada; que el consumismo, que el individualismo, que la educación, que la cosa por acá y los negociados por allá.
Ya son una rutina las catarsis sobre los partidos políticos y sobre el golpe del 73 con su consecuente constitución, son pan y mermelada de cada reunión. Como no podemos ir más lejos en el diagnóstico de nuestra sociedad, lo podemos repetir pero agregándole el aliño de la coyuntura, ahí nos sirve de nuevo como herramienta de retórica y queda listo para ser usado una vez más. Y no dejemos de lado esas series de discursos y de conversaciones, “si estoy de acuerdo”, “hay que hacer algo”, “puta la gente que es hueona”, que concluyen con las manos estrechadas frente a un pacto de unión de conceptos, y todo eso ¿de qué nos sirve?
De qué nos sirve hablar de lo rojo que es el color rojo, de qué nos sirve criticar a la sociedad y su individualismo si no somos capaces de hacer algo en conjunto. De qué nos sirve vociferar que los padres no tienen tiempo para con sus hijos, si muchos tienen a su nana a cargo de los niños. De qué nos sirve teorizar por meses sobre la redondez del círculo si no somos capaces de dibujar uno. De qué nos sirve pelar a la derecha y a los concertacionistas vendidos que velaron por sus propios intereses si nosotros no hacemos nada que no vaya por los nuestros. De qué nos sirve cuestionar la participación ciudadana si no participamos ciudadanamente de manera más amplia. De qué nos sirve hablar de laicismo si no tenemos laicistas dispuestos a acoger a un pobre, darle de comer, lavarlo y educarlo. De qué nos sirve hacer gárgaras de la mala educación si no nos esforzamos en educar a los que no saben. De qué nos sirven todos los libros de filosofía, sociología y política que tenemos en los estantes si sólo los usamos para ratificar que todo debería ser de otra forma. De qué nos sirven expertos en educación, en urbanismo, en derecho, en salud, y en lo que sea que haya si todo quedará escrito en el muro de los buenos deseos e intenciones.
No sacamos nada como sociedad ilustrada y privilegiada, no sacamos nada como ciudadanos informados y críticos, no sacamos nada como estudiantes con hambre libertaria, no sacamos nada como trabajadores cansados, no sacamos nada si no tenemos un cuerpo político y bases ciudadanas que bajen nuestras lucubraciones a la calle. Si no somos capaces de sentarnos a hacer lo que de decimos que hacemos y deseamos, estamos cayendo en una retórica catársica, inútil y hasta inconsecuente.
Ningún cuerpo de ideas es útil mientras no tenga una maquinaria humana que la aplique en la sociedad. Se necesita mano de obra política, se necesitan adherentes, simpatizantes, militantes, fanáticos, volanteantes, zalameros y amigos vociferantes que hagan realidad lo que tenemos como idea. Estoy cansado de hacer seminarios para que vayan los mismos de siempre a reafirmar que el cielo es lo que está en las cabezas y que la tierra es lo que los afirma, estoy cansado de sentarme a sólo hablar, estoy cansado que me presenten personas que saben todas las soluciones a nuestros problemas, eminencias y museos vivientes de un pasado refrescante. Estoy cansado de las porras de aliento y los gritos de lucha que sólo generan ecos, estoy aburrido de transitar a punta de sobadas de espaldas por el mundo de los medios, municipios, ong´s y empresarios que quieren lavarse las manos con un poco de jabón de solidaridad mediática.
La cosa es simple, o lo hacemos todos juntos o decididamente lo haré sólo o con otros, otros que hagan en terreno tantas cosas como lo que declaran querer hacer. Si deciden que lo haremos juntos, hagámoslo pero no mañana o pasado, esto lo necesitábamos para ayer. Opté por no ser un asistencialista de mi propia vida y que mi discurso sea mi consuelo moral, no quiero ser de esos que por no perder o arriesgar las comodidades de su vida ha tenido que bancarse un disco rayado que repetirá la misma frase de siempre como mantra de su ineficacia ideológica y cobardía política… “estamos cagados weón, si alguien no hace algo, no sé dónde vamos a llegar”.
sábado, 26 de junio de 2010
El lucro de sufrimiento.
¿Has pensado alguna vez porqué son más baratas las cosas de los países más pobres?, porque la pobreza genera riquezas para quien sabe mantener con vida a cientos de millones de humanos en el mundo para que desde que pueden hasta que pueden produzcan bienes para el primer mundo. Con esa mano de obra barata, que sólo pide su comida y un lugar para dormir luego de las 14 hrs de trabajo, cualquiera puede competir en los mercados, así te llega la pelota de futbol a menos de 20 dólares, o el celular por 40 dólares. Ahora analiza que ese es el precio final con un margen de ganancia para el vendedor, para el último de la cadena. Antes se le pagó al barco que lo trajo por el atlántico, los camiones de transporte, a la empresa de seguros y a una decena más de personas antes que llegara el nuevo producto “made in” a un precio que te sea atractivo para que compres algo que en el fondo no lo necesitas.
Nuestro modelo de sociedad y de economía se sustenta en dos cosas; mano de obra barata y necesidad de comprar cosas desechables e inútiles. Está demostradísimo por la evidencia misma de la realidad, que se produce y se consume más bienes de los que se necesitan y el ejemplo más cruel de todos es que mientras en algunos países se bota a la basura toneladas de alimentos y se desperdicia agua dulce, en otros, miles de personas mueren de hambre y de sed, siendo que en esos lugares ancestralmente eso no pasaba dado que las comunidad eran autosustentables, pero pasa lo que nos pasó en Chiloé con las salmoneras… si claro, no lo sabías? Antes Chiloé era el mayor productor de papas de Chile, tenía una economía de autosustento de agricultura y de ganadería, pues ahora Chiloé compra papas porque no trabaja sus tierras, nadie sabe más que darle comida a los salmones y sacarle sus escamas. Ahora que quebró la industria por depredación del ecosistema, la gente no tiene trabajo ni la capacidad para sostenerse por sí misma.
Esto pasa porque la gran mayoría de los 16.000.000 de chilenos y chilenas no son capaces de marginarse de la inercia del estilo de vida, no se dan el tiempo de detenerse unos minutos a tomar las cosas que tienen en sus manos antes de pagar y preguntarse ¿porqué lo estoy comprando? ¿realmente lo necesito? ¿y si no lo llevo qué me pasará?, con esas tres simples preguntas puedes que salgas del sueño hipnótico del modelo de sociedad que te agobia a que compres y compres para sentirte bien, para ser admirado y para que te sientas realizado, ¿qué es el éxito en la vida ahora si no es un departamento enorme y central y una 4x4 del año en la puerta?.
Piensa, lee y analiza, duda, desconfía de la televisión y de sus mensajes, camina, pasea y respira, conversa, ríe y descansa. Puede que con un auto de 5 millones puedas hacer lo mismo que con uno de 15 millones, y que además tengas tiempo para disfrutar los años que quedan a tus viejos, para ver crecer a tus hijos y para darte cuenta que el mundo viaja hacia un precipicio de individualismo y pérdida de valores que prácticamente nos tienen en manos de unos pocos para su propio beneficio.
Cuando ya se hace tarde...
La rutina de agradarle a los jefes y a los dueños del capital le consumieron el espíritu, ya no tenía tiempo para vivir, debía hacer lo que corresponde según alguien le dijo, ser serio y responsable; dejó de jalar la cuerda del su destino para entregársela a quien pasea nuestra vidas para que no nos tullamos y podamos seguir produciendo.
martes, 22 de junio de 2010
METÁSTASIS -La revolución infiltrativa-
domingo, 20 de junio de 2010
La Nueva Odontología que deseo.

El paradigma de la Odontología (y la medicina en general) se centra en los enfermos, en su recuperación y rehabilitación. Personalmente deseo desarrollar un modelo nuevo, que se enfoque en evitar que las personas se enfermen, en la salud y a la mantención de ese estado mientras se pueda. Para eso necesito a más colegas y estudiantes que vean su profesión como un acto de servicio a la sociedad y no sólo para sí mismos.
Anotaciones de un repasito al Contrato Social de Rousseau

"Todo hombre nacido esclavo, nace para la esclavitud, nada más es cierto. Los esclavos pierden todo, hasta el deseo de su libertad... Si existen, pues, esclavos por su naturaleza, es porque los ha habido contra naturaleza. La fuerza hizo a los primeros esclavos, su cobardía los ha perpetuado"
"La fuerza es una potencia física y no veo qué moralidad puede resultar de sus efectos. Ceder a la fuerza es un acto de necesidad, no de voluntad; cuado más, puede ser de prudencia. ¿En qué sentido podrá ser un deber?"
viernes, 11 de junio de 2010
El mercado de la Salud.

Así se estableció en la convención internacional sobre Salud Primaria en la ciudad de Alma- Ata (Unión Soviética) en el año 1978. Pero muchos años antes, por 1939 un médico nacional y ex presidente de la república, Don Salvador Allende, escribió el libro “La Realidad Médico-Social de Chile” en dónde ya aplica los conceptos de Determinantes de la Salud donde se expone que la vivienda, las condiciones laborales y la educación son factores que influyen en mayor medida (80%) sobre la salud del pueblo. La influencia de la atención del sistema sobre la enfermedad es importante, pero prácticamente no influye para evitar que la gente se enferme y es ahí donde se debe poner el dedo, el ojo y el dinero.
Todos los estudios nacionales e internacionales manifiestan con claridad que invertir en atención primaria, o sea en prevención, promoción y participación ciudadana en salud es más eficiente para evitar que la población se enferme que las inversiones en tratamientos, si hasta la tradición es parte de este sentido común, como el adagio dice “más vale prevenir que curar”. Entonces ¿Porqué no se hace?
Porque la salud en nuestro Chile no es un derecho (a pesar de los retóricos discursos), es un bien transable en el mercado, en las bolsas, es rentable y jugoso. El Estado no puede estar más jibarizado, oh wait! pues claro que sí, en enero de este año se aprobó en el congreso la posibilidad de privatizar los hospitales bajo esas concesiones eternas tan características de nuestros gobiernos, del lado que sea.
Pero muchos médicos jóvenes y de la época del “medio litro de leche” no han perdido la línea correcta de lucha, de ese desarrollo de la medicina y de la salud centrada en el hombre y no en los balances finales. Trabajan con la población, le preguntan sus necesidades, las empoderan y ayudan a que se hagan cargo de su salud y desarrollo. El camino está en la involucración y control de las personas sobre su cuidado, prevención y mantención sanitaria individual y colectiva. Así está descrito en la literatura y así se orienta la medicina que ha dado resultado.
Pensar que el mercado se preocupará del hombre y su libertad es un estupidez por donde se mire, el modelo neoliberal lleva en nuestro país 30 años y hasta el momento no ha pasado nada de lo que se dijo que iba a pasar excepto lo que dijo Friedman (santo patrono del sistema social que nos domina) “Creo que la salud debe ser pagada por la gente y no por el Estado. La mejor forma de ayudar a las personas más pobres es asistiéndolas para que obtengan un mayor ingreso, lo que se puede lograr con un sistema de competencia abierta y una economía y mercados libres" ( 22 de mayo de 1999).
lunes, 7 de junio de 2010
... sobre la política ...

Sobre los partidos políticos: Creados en su génesis para representar, convencer y ejercer concepciones idealistas de la estructura de la sociedad y diseños de los modelos económicos y sociales que la sustentarían. Transformados en la actualidad para administrar autopoiéticamente el poder emanado del pueblo bajo un modelo de democracia macabra y momificada, dentro de un discurso retórico propio del despotismo ilustrado en dónde el poder se ejerce en totalidad para el pueblo pero sin el pueblo.
Sobre las tendencias políticas: Tendencia es inclinarse a algo, para inclinarse uno debe tener en un principio una posición central para luego descender en ese plano inclinado hacia otro lugar o para este caso una línea de pensamiento. Más que tendencias políticas que podrían describirse como atisbos de cercanía hacia un lado u otro, prefiero referirme a líneas de pensamiento político que en la actualidad y simplistamente se dividen en dos polos anacrónicos a mi parecer, que son las llamadas “derecha” e “izquierda” política. Estas dos divisiones ya prácticamente mimetizadas por la administración mutua y armónica de un modelo economicista del desarrollo del ser humano sólo marcan diferencias en el poder diferido al Estado para controlar y regular la libertad de ejercer y vivir en y por el mercado y la competencia entre individuos.
Sobre los regímenes de Gobierno: Cercano a Hobbes en este punto, considero que el ser humano es una criatura con la capacidad de autodestruirse y que necesita del crecimiento coordinado con otros humanos para evitar devorarse a sí mismo. Los regímenes de gobierno son diseños de administración del control del ser humano bajo diferentes niveles de coerción y de limitación sobre la naturaleza misma del individuo para regular su ego hambriento.
Considero que el régimen mejor es en el cuál cada individuo logra un equilibrio entre lo que es, lo que quiere ser y lo que los demás necesitan que sea, en donde claramente la mayoría domina en un ambiente de equidad en las condiciones de vida.