El motor del capitalismo es la
codicia y el poder. El neoliberalismo es la desregulación ideológica de los
mercados para que la clase dominante pueda hacer negocios (emprendimientos les
llaman ahora) sin vigilancia ni garantía de bien común. Así es como se explican
los abusos de las ISAPRES, de las AFP´s, el saqueo de los recursos naturales,
etc. La lista es larga y conocida.
La ideología capitalista expone
que el desarrollo humano, incluyendo el científico y tecnológico, es producto
de la competencia y del individualismo, del afán personal de tener más dinero y
ser exitoso ascendiendo de estrato económico (a lo Golborne). Así pues, el
acento del -desarrollo- está en que el Estado Subsidiario (impuesto por
Pinochet en 1980 y mejorado por la Concertación) empuje el negocio privado con
aportes públicos, o sea, los impuestos de la clase trabajadora financian a las
empresas que luego cobrarán por nuestra salud, educación, energía, etc. Así
crecen las cifras económicas a tal punto que hoy el ingreso promedio por
persona (per cápita) en Chile es de unos u$18.000 anuales, es decir unos ¡$750.000
mensuales! Suena fenomenal en las noticias y en las portadas de los diarios,
pero no se expone en los pasquines de COPESA y de Agustín que más del 50% de
los trabajadores en Chile gana menos de $220.000 mensuales y si tiene que
mantener a una familia de tres personas esa comunidad humana viviría con un per
cápita de $73.000 mensuales. ¿Dónde están los otros $677.000 que le corresponde
a ese trabajador según las cifras macro-económicas? Miente, miente que algo
queda.
Lo que no saben las personas
capitalistas y neoliberales es que existe otra ética, una que ellos no (re)conocen
por temor de perder sus privilegios de clase, o mejor dicho, por temor a tener
que enfrentarse a ellos mismos, con su realidad humana carente de afecto, seres
vacíos que se sustentan artificialmente en la exclusividad que ofrece el ser
rico, temido y famoso. Para los que exponen que internet, o las computadores
existen gracias al capitalismo, les invito a que lean algo de historia o si les
da flojera, que lean algo sobre la ética hacker como para comenzar a entender
que no todo el mundo tiene inseguridades que le lleven a desear todo lo que
tienen los demás o a solventar su infelicidad en las cosas, como promueve este
sistema mediante la televisión.
El desarrollo es fundamental para
que la humanidad progrese pero ¿progrese hacia dónde?
El desarrollo es fundamental para
vivir mejor ¿qué es vivir mejor?
¿Qué es lo que buscamos cuando
decimos que queremos ser un país desarrollado?
Los seres humanos somos criaturas
con necesidades físicas y también espirituales dentro de un espacio colectivo
(ser social), en el sentido que deseamos y buscamos nuestra felicidad en los
otros y con los otros. Bajo este prisma el crecimiento de la civilización
humana no se centra en que podamos tener cosas más caras y exclusivas (qué
tontera más grande e inútil para el colectivo humano que querer ser especial
por lo que soy capaz de comprar), sino un crecimiento en base a lo útil y
colectivo.
No les parece extraño que para el
2013 la humanidad siga viendo espectáculos macabros de millones de niños muertos
de hambre, de sed o de enfermedades que se tratan con una simple píldora que
venden en las farmacias. No les parece extraño que algunos países boten día a
día la comida que les sobra, mientras otros, a unos pocos kilómetros, vivan
prácticamente de la basura y de la caridad de otros seres humanos. ¿Es
entendible que con todo el avance robótico, electrónico y mecánico hoy en día
tengamos que seguir trabajando ocho horas o más para poder comer y vestirnos? ¿De
qué nos ha servido el -desarrollo- en los últimos 70 años si las cosas no han
cambiado en esencia? ¿Somos más felices que nuestros padres, tenemos más y
mejores valores, tenemos más tiempo para amar y ver crecer a nuestros hijos e
hijas, somos una mejor sociedad?
Para dar un ejemplo del desarrollo
neoliberal, en un modelo capitalista neoliberal las universidades (centros de
generación de conocimiento humano) deben
competir entre ellas para captar clientes (alumnos), por lo cual sus esfuerzos
se concentran en la propaganda y no en la investigación. Cuando una universidad
tiene un avance para la humanidad o tiene condiciones únicas para desarrollar
un área del conocimiento, en vez de buscar apoyo en otros centros de estudios,
se encierra sobre sí misma, evitando que su “exclusividad” se pierda, pues para
atraer nuevos estudiantes debe la universidad ofrecer algo a cambio… ¡la mejor
en medicina!, ¡la mejor en arquitectura!, ¡la mejor en ingeniería! ¿Se imaginan
lo que podría suceder si las mejores universidades y centros de investigación
compartieran sus conocimientos y se dieran apoyo mutuo? Maravilloso sería, pero
no, el énfasis está puesto en la competencia, es decir, en aislar a los
individuos para que traten de destruirse mutuamente y con ello -quede lo mejor-.
En nuestro país el desarrollo
consiste en la destrucción de los recursos de la madre tierra, se sustenta el
-crecimiento económico- en la contaminación de los ríos que nos dan de beber,
del mar que nos da de comer y del aire que nos da de respirar. El desarrollo chilensis y global (el capitalismo
neoliberal se impuso mundialmente a la fuerza armada y política a mediados del
siglo XX) se sustenta en la mantención de grupos humanos destinados, por su
contexto, a ser mano de obra, a ser el motor del crecimiento del 1% de la
población.
Propongo que paremos la máquina y
reflexionemos, que pensemos que quizás es mejor tener tiempo para ver a los
amigos que trabajar para pagar un celular caro para enviarles un mensaje de
texto, propongo que ahora mismo pensemos qué será de Chile cuando el cobre se
acabe o se invente un sustituto sintético, propongo que pensemos qué es lo más
importante para nosotros, como individuos y cómo especie, busquemos el sentido
a la vida y no a las cosas, reflexionemos sobre hacia dónde queremos ir como
civilización, cuáles son los valores éticos que deseamos dejar como herencia a
las futuras generaciones, que miremos hacia atrás y evaluemos qué debemos
cambiar para que cado uno de nosotros sea feliz.
Lamento decirles a mis amigos y
conocidos capitalistas que otro mundo posible, uno en que todos tengan viviendas
dignas, para comer y beber, donde el valor de la cooperación sea el motor que
impulse al espíritu humano en la búsqueda de nuevas fronteras científicas y
tecnológicas. Una sociedad en donde nadie tiene interés de ser más y mejor que
el resto, sino que tiene el interés de ser más y mejor que sí mismos, donde la
educación sea un garantía para todas las personas, la mejor educación posible
para cada uno de los miembros de la comunidad humana, donde el esfuerzo personal
sea una pieza fundamental para la felicidad y la dignidad de los demás. Es
posible una nueva sociedad con otros valores y ética, donde la solidaridad, el
amor por los demás, la cooperación y la reciprocidad sean los ejes que nos
motiven a levantarnos cada mañana, a saber que nuestras horas de trabajo no son
para sobrevivir en esta selva de competencia y codicia, sino para hacer vivir
la humanidad en el gozo y la libertad de tener tiempo para tocarnos, abrazarnos
y poder mirar a los ojos a cualquiera y darles las gracias por lo hace, por
existir.
Voy por ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario