lunes, 17 de octubre de 2011

La ignorancia en la sociedad de consumo.

La ignorancia en la sociedad de consumo

A partir de 1980 comenzó una destrucción (ideológica) de la educación pública, laica y gratuita en Chile. Somos testigos de cómo un derecho social se transformó forzosamente en un bien de consumo, un derecho humano en retroceso que le costó mucha sangre al pueblo chileno. Luego en los 90´s se perfeccionó bajo su propia lógica el modelo, construyendo con ello el tercer país más privatizado del mundo en educación escolar y el primero en educación superior (en relación al gasto familiar).
Pero este proceso de construcción de un modelo de educación privada y subvencionada por el Estado no sólo fue estructural (marco legal y financiamiento), sino también cognitivo. Es necesario, para sostener un modelo individualista y consumista de sociedad, una modificación curricular  para que las personas se comporten como el sistema requiere y al mismo tiempo para podar las herramientas que permitan a la persona humana querer cambiar su conducta y por ello el modelo social.
Todas las materias relacionadas con el pensamiento crítico y por ende de análisis de la realidad, fueron reducidas a expresiones mínimas. Un ejemplo de aquello es la educación cívica que pasó de ser una asignatura a un pequeño contenido dentro del programa de estudiantes de tercero medio. Es más, hace unos meses atrás se intentó eliminar horas de historia y de consejo de curso para que los escolares aprendieran más matemática. Las casualidades en política no existen y acá hay una planificación consensuada para hacer del pueblo un ente alienado de la realidad histórica, de la política (es cosa de escuchar a un político decir "no politicemos el debate") y del pensamiento crítico autónomo y libertario.
Pero el sistema de apertura masiva a la educación superior en manos de empresas educativas privadas, por muy malas que sean en muchos casos, permitió que cientos de miles de jóvenes accedieran mediante su formación, a procesos de análisis y cuestionamientos sobre su realidad que deben conjugar con sus las altas expectativas que genera en las familias el tener -hijos o hijas profesionales-. A lo anterior se suma la apertura y libertad de la información gracias a la internet. Los medios de control hegemónicos de la realidad, aquella <voz oficial> ya no es tan eficiente para decirle a la ciudadanía el "como son en verdad las cosas", la hegemonía neoliberal ahora se cuestiona y con ello cae la credebilidad de sus instituciones; iglesias, poderes del Estado, fuerza pública, políticos y partidos.
Un sistema industrial educativo que enseña la competencia entre individuos como único motor del desarrollo humano, que omite la historia social de nuestra república y del pueblo, que tiene al "modelo por competencias" norteamericano como paradigma de moda en la generación de humanos altamente productivos, un sistema que otorga calidad educativa según la capacidad de pago de las familia no es humana ni socialmente sustentable a largo plazo, y estamos en presencia de su primera gran crisis.
La educación nos hace libres, no hay duda de aquello y téngase presente que la siguiente batalla será no de la forma sino del fondo, en donde como sociedad deberemos ir a la fuente misma del principal brazo fáctico de cualquier poder hegemónico ¿para qué educamos?..

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