sin nada más que él
frente al vacío del sin sentido
de espaldas a la esperanza
Asustado, perdido, desolado
Se lleva sus manos a la cara y se empuja
Cae al infinito
Solo
Las operaciones mentales que le otorgan categoría a los apegos materiales y a la necesidad de poder de dominio son generadas por un ambiente de formación que evita procesos reflexivos autónomos (la mayoría de las acciones de masas son hábitos inculcados mediante la intención cultural dominante), limitando las habilidades intelectuales de las grandes masas mediante modelos educativos en función de la economía y la producción, controlando la información a la que accede la población, así como también encadenando a las familias trabajadoras en la dependencia del crédito (la banca sobrevive gracias a la deuda de los que no son dueños del banco) para la subsistencia ante los injustos sueldos que se le entregan a quienes hacen posible que exista la ganancia de cualquier empresa, haciendo desaparecer con ello todo espacio de ocio necesario para lograr una vida reflexiva y meditada, pues se debe trabajar incluso tanto o más que hace un siglo. Mientras más ocupados estemos en sobrevivir, menos tiempo habrá en poder cuestionar la situación y buscar la solución a la represión del sistema económico. Para resolver la falta de sentido de existencia que genera este modelo social se ha montado una enorme red de distracción y de entretenimiento superficial mediante las herramientas de comunicación de masas, especialmente la televisión, que ha sido el puente más directo e inmediato entre los deseos de los explotadores y el rebaño humano, con lo que se busca producir una -conducta tipo- en las personas que sostengan niveles de deseo de consumo óptimos (necesidades infinitas) para girar el molino de la deuda. Prácticamente han trazado un camino de vida estándar que la mayoría de las persona sigue como si fuese la única forma posible de desarrollar una vida feliz. A lo anterior se le debe sumar el desarrollo de una enorme y corrupta industria farmacéutica que ha promovido el desarrollo de una salud mental centrada en el control químico externo de los desequilibrios mentales (cuadros ansiosos, depresiones, irritabilidad, insomnio, etc) que desarrollan los seres humanos dentro de la actual cultura dominante. Las tasas de dependencia a ansiolíticos y las muertes que estos generan son incluso mayores a las que provocan las drogas ilegales, datos que nunca destacan pues no hay intención que tomen relevancia.
Esta incapacidad mental de poder observar la realidad es tan efectiva, que prácticamente no existe una crítica masiva y pública a la delincuencial existencia de los bancos y su lógica de "desarrollo" humano. Así también pocos logran darse cuenta (y menos se movilizan) por contrarrestar las consecuencias de la absurda e inconducente lógica de producción industrial capitalista que tenemos, pues la comunidad científica, bajo una cobertura vergonzosa de los medios, ha estado exponiendo con claridad que la capacidad planetaria de regenerar la riqueza natural ha sido sobrepasada, hoy sobrevivimos con lo que queda de planeta.
Es realidad que existe un modelo global de economía en que la deuda, tanto de personas como de países, es la separación forzosa entre la sobrevivencia y la miseria. Obligando a que la vida humana se limite a las necesidades de poder de quienes manejan estos absurdos métodos de relación con la naturaleza y entre los propios seres humanos que son, prácticamente, incuestionables para la masa obediente que hace posible que la dominación ocurra. Frente a este escenario, aparece la necesidad de abrir espacios que posibiliten una contracultura de despertares colectivos, una que desarrolle una metodología de educación popular de masas y de acción cooperativa que de muestras, mediante la experiencia y la generación de información, de estar en proceso de construcción en el dar respuesta a un sistema mental de relaciones sociales, económicas y ecológicas absolutamente inconducente e insustentable en el mediano plazo.
Pocos logran articular el gran número de afluentes que nutren los problemas actuales de los seres humanos y eso nos pone en desventaja frente a los que quieren que nada cambie, por ignorancia o por maldad. La mente humana es el punto donde todo existe para un individuo (todo es mente), y por ello, es el lugar que se debe intervenir si se quiere instalar un paquete cultural que promueva cierto tipo de conductas por sobre otras (hegemonía cultural). Los seres humanos somos animales sociales con una enorme capacidad de adaptación, dado que nuestra mente/razón es lo suficientemente flexible como para adaptarse a cualquier realidad que le permita subsistir (inteligencia). Si un bebé es dejado con lobos se comportará como lobo, si es dejado con osos se creerá un oso. En nuestra base somos lo que hacen de nosotros (como diría J.P. Sartre) y ello es la "naturaleza humana", esa potencialidad adaptativa que se ha desarrollado con nuestra evolución homínida frente a un contexto que cambia dialécticamente en la medida que como especie transformamos nuestro propio contexto. Somos una nueva fuerza de impulso evolutivo independiente del ciclo ecológico espontáneo y propio del universo (hoy en día el ser humano puede mutar y evolucionar por sus propios medios técnicos y también por mutación evolutiva pero en consecuencia de un entorno que sólo existe por la intencionalidad humana, la urbe). El "sistema" no es más que un paquete de conductas establecidas (inculcadas mediante la educación oficial y el control de los medios de comunicación) que delimitan la diversidad humana en post de formar un ser-humano-tipo funcional a intereses egocéntricos de unos pocos que lograron hacerse del poder mediante las guerras mundiales. Este ser-humano-tipo es un modelo de persona que mediante sus aspiraciones internas y sus acciones externas (principalmente de origen inconsciente) responde a los gustos y necesidades de otros. Uno de los engaños más grandes a los que nos tienen sometidos es que esto se trata únicamente en resolver un problema materialista (de lo que ocurre fuera de la mente del ser humano). Los modelos patriarcales comunismo/capitalismo son incapaces de sostenerse frente a la demografía explosiva de nuestra especie (en 200 años pasamos de ser 1.000.000.000 de seres humanos a ser 7.000.000.000, y se espera que en 50 años más seremos unos 10 mil millones) que consume indiscriminadamente recursos del ecosistema para satisfacer sus deseos (más que necesidades) a un ritmo que es insostenible en el corto plazo. El ser humano es una animal que desarrolló como herramienta evolutiva un complejo sistema nervioso capaz de proyectar representaciones mentales (gracias al leguaje) que nos permiten separarnos del flujo natural del universo para crear el propio y con ello transformar lo que nos rodea en función de nuestras necesidades internas (ego). El riesgo real de esta habilidad es que genera un engaño de independencia con el medio. Los seres humanos como todo ser vivo terrestre es un sistema abierto, es decir, absolutamente condicionado a los cambios del medio exterior. Las respuestas internas del ser biológico nacen de una provocación del medio. Pero además tenemos las "provocaciones mentales inconscientes", que nacen desde el interior de nuestro cerebro y también provocan cambios y respuestas en nuestro cuerpo (la mente sana y la mente también enferma). El manejar ese inconsciente (porción de nuestra personalidad/ser que no se expresa en la "pantalla mental" pero que si se enuncia mediante cambios fisiológicos a través de la expresión química de nuestra biología generando las Emociones) es la llave del control social, es la clave de toda manipulación de la conducta humana. Quien mueve los hilos de las emociones, mueve los hilos de la acción humana. Quien maneja las emociones de otros (miedo, angustia o felicidad), puede hacer de esa persona un instrumento para sus propios fines. Las religiones monoteístas son un buen ejemplo de esto. Las tres principales están construidas en base a la sangre de miles de miles de personas que vieron su vida acabar en manos de otros seres humanos que en "nombre de dios" actúan bajo un supuesto legítimo derecho divino (palabra de dios), todo gracias a que la ignorancia de las masas sin acceso al lenguaje escrito (enseñar a leer y el acceso a los libros fue monopolio de la iglesia católica por casi 1800 años). Es importante mencionar en este punto que luego de unos 200 años de masificación de la imprenta, aún en sociedades como la nuestra se mantiene a una gran masa ignorante (y con ello fácilmente estimulable emocionalmente) dado que el analfabetismo funcional (no entender lo que se lee) es extenso en todas las capas sociales, delimitando el concepto de "buena educación" a una instrucción eficiente para obtener ciertos medios académicos o de contactos sociales que permitan una posición de mayor privilegio dentro de un engranaje productivo en beneficio de unos pocos. Una de las cosas que nos han enseñado como verdad y como tal cuesta derribarla, es que el trabajo de una persona (martillar, escribir en teclado, pensar, etc) es menos importante y menos valorable que la cosa material con la cual se genera el producto para satisfacer una necesidad (o deseo) humano, es decir el capital. La riqueza útil (todo lo que nos permite subsistir como especie) es originaria de la naturaleza, la cual tomamos y transformamos finalmente en dinero, es decir en un concepto mental humano que al término de toda la cadena sólo satisface los deseos de riqueza de los banqueros y dueños de las corporaciones transnacionales. ¿Alguna vez te has preguntado por qué existe el dinero, cómo se fabrica, quién lo fabrica y cómo se destruye? Es increíble como toda nuestra vida depende de obtener dinero y prácticamente no sabemos nada de tal concepto hecho materia en monedas y papel. El dinero y su poder existe en la mente humana y pocos logran darse cuenta de ello. Los Estados y las leyes son entes mentales, son creaciones humanas que tiene una intención detrás. Por eso el pensador francés Foucault expone que las leyes tienen que ver más con el poder que con la justicia. Pocas personas logran atar todos los cabos y superar la lógica binaria política que han construido como fantasía de pugna, pues al final ambos extremos se tocan en las puntas cerrando un círculo de lógica sin sentido. Somos animales que necesitamos recuperar un estado armónico con el entorno para asegurar la sobrevivencia de la especie por miles de generaciones, aunque quizás sea tarde para ello y sólo nos quede preparar a las nuevas generaciones para sobrevivir y reconstruir una civilización humana distinta a esta que según parece será la sexta causa de extinción masiva de especies en el planeta. Somos animales tan especiales y tan poderosos en capacidad de transformación del entorno que, sin la consciencia preparada para tal poder, nos transformamos como especie en una eficiente arma de destrucción masiva. Es por eso que urge que los seres humanos que han logrado entender que el campo de batalla no es más ni menos que al interior del ser humano, se articulen y actúen en coherencia como un -deber ser-. El espacio a pelear y transformar es el de la mente humana, el del control de las emociones y de su expresión gracias a trabajos mentales (experiencias de expansión interna) y colectivos (experiencias de empatía colectiva) que nos condesciendan a estar en un plano más elevado de consciencia que nos permita ser libres de toda hegemonía y control cultural de masas, de poder reconstruir nuestra esencia interna mediante la búsqueda libre del re-conocimiento de nuestras propias cualidades y defectos, darnos la posibilidad de desarrollarnos en base a nuestros talentos originarios y no en base a la rentabilidad laboral. Cuando uno mira la enormidad de la montaña que se quiere escalar, pareciera ser que nuestras fuerzas son insuficientes ante la magnitud de la crisis, pero si somos más los que nos atrevamos a superar los lógicas tradicionales de verdad, aventurándonos en nuestro propio perfeccionamiento con esfuerzo (mediante el estudio constante y la acción empática coherente), quizás el resultado de nuestra evolución como animales dominantes del planeta no termine con el fin de nosotros mismos. Se calcula que hay 100.000 millones de estrellas en nuestra galaxia y que hay unas 100 mil millones de galaxias en el universo, nunca olvidemos eso, nuestra pequeñez cósmica. La mecánica cuántica y la física de partículas nos han llevado a planos de realidad impensados que deben ser incorporados mediante el estudio para ampliar la mirada que tenemos sobre lo que es real y lo que no, así como se hace urgente recuperar las prácticas educativas, filosóficas y reflexivas en los espacios públicos. Tenemos una obligación ascender si queremos sobrevivir a la entropía universal. Hermanas y hermanos humanos, de una cosa debemos estar tranquilos, la vida en el planeta existirá a pesar de nuestras acciones destructivas, pues ni los volcanes ni meteoritos han podido evitar el influjo vital del universo que se expresa sobre la superficie de esta roca, llena de agua que orbita frente a una bola de fuego que también se apagará algún día.
La violencia es un fenómeno social, humano. Es un concepto que se relaciona con la fuerza que aplica un ser humano sobre sobre otro para dañar o sacar ventaja de él. Cuando hay violencia hay un agresor y un agredido, hay quien saca beneficio y el sufre de la desventaja impuesta. Todos quienes hemos sido agredidos física o verbalmente, sabemos lo que se produce dentro de nuestra mente y cuerpo. Rabia, resentimiento y apetito por justicia (o venganza) afloran, nada bello ni virtuoso aparecen en nuestra mente cuando somos agredidos. Ya lo sabemos, no es novedad, la violencia sólo genera violencia, nada más.
Los seres humanos somos mamíferos que vivimos en comunidad. Para vivir en común-unidad inventamos reglas y normas (estructura) que limitan nuestros deseos e impulsos individuales, con el fin de que la convivencia y el bien común sean posibles. Hasta acá no hay problema, pero ¿Qué pasa si esas reglas de convivencia no las deciden todos quienes participan de la sociedad humana? ¿Qué pasa si las reglas de convivencia y de orden benefician a unos pocos en desmedro de las mayorías? ¿Qué puede salir como producto social de reglas poco parejas y justas?
En Chile, las reglas de convivencia han sido escritas e impuestas por la clase social que maneja y controla el poder de las armas. Desde nuestra infancia republicana hasta nuestra "madurez" al entrar a la OCDE, los acuerdos de cómo convivimos han sido impulsados/pagados por quienes son dueños del gran capital. En otras palabras nuestra Constitución redactada en dictadura, representa y favorece a los intereses de un grupo en particular en desmedro del resto. Eso es violento, como ya podemos entender.
Esa violencia estructural (que nace del diseño de sociedad que tenemos) condiciona a que el futuro de un niño principalmente esté determinado por el origen social de su familia. La llave para acceder a una educación que nos permita sacar lo mejor de cada uno está dada por el poder económico de los padres, lo mismo pasa con el acceso a la salud, a la vivienda, a poder negociar las condiciones de trabajo, la comida, etc. La estructura y la lógica de convivencia que tenemos en Chile favorecen el dominio permanente de quienes hacen las reglas. Hay casos excepcionales de personas que logran romper la lógica y salta de una clase social a otra, pero las mayorías están determinadas por su origen, dado que acceden a las condiciones y experiencias de vida que les permite su dinero.
A quienes han nacido y se han criado en el ambiente explotado se les exige obediencia al sistema, sumisión al poder impuesto y a "mamarse" la desventaja. Que una señora deba hacer una cola por horas en la calle fuera de un consultorio para que un médico pueda ver a su hija enferma es violento, súper violento. Que un joven estudiante deba abandonar sus estudios porque su padre quedó cesante, es muy violento. Que luego de trabajar toda una vida, un abuelo reciba $80.000 mensuales es violento. Las grandes mayorías sufren todos los días la violencia económica y política de la clase dominante y se resienten. Se resienten con la sociedad y su estructura, obvio. Desde su nacimiento miles y miles de jóvenes han sido abandonados a la suerte de la competencia individualista, a la cultura televisiva basura, a la exclusión al acceso a la cultura y a la educación integral ¿Qué le deben al Estado, al país, a las "autoridades"? No les deben nada.
Cuando no hay participación colectiva en las tomas de decisiones, cuando las condiciones básicas para ser seres humanos civilizados y amorosos se mercantilizan, cuando se vive en un diseño que favorece a grupos minoritarios, se originará violencia como respuesta, porque con violencia hemos estado construyendo sociedad.
Debemos acabar con los privilegios estructurales, eliminar las diferencias en materia educativa y equilibrar el acceso a la cultura y a la negociación laboral si queremos un pueblo colectivo y no individualista. Necesitamos con urgencia cambiar las reglas que nos rigen con la máxima participación social, para que juntos acordemos cómo queremos que sea la economía, las relaciones de trabajo y los derechos sociales. Es la única forma de acabar con la escalada de violencia que estamos viviendo. Equidad y justica en la construcción de las reglas.
Si no entendemos que el capital sin el trabajo no sirve de nada, capital que en la gran mayoría de las ocasiones no se obtuvo gracias a la inteligencia y al trabajo, sino más bien mediante la fuerza y el saqueo (o por herencia), seguiremos poniendo el centro de la mirada como país en quiénes se quedan y acumulan la riqueza que generan los trabajadores. Los mismos que limitan la educación del pueblo a lo justo y necesario para que sea productivo y obediente. Pero como siempre hemos visto, la opresión y la violencia estructural tienen sus límites, la paciencia de los oprimidos.
¡ARRIBAN LOS QUE LUCHAN!
#AsambleaConstituyente
Galeano en una de sus tantas frases y reflexiones expuso que existían dos tipos de personas, los indignados y los indignos, y que cada uno sabe a cuál grupo desea pertenecer. Hoy en Chile tenemos una lista más que larga de gente indigna, un grupo minoritario de políticos, operadores intermediarios y empresarios que le roban la dignidad y con ello legitimidad a toda práctica política institucional. Gracias a un accidente en una investigación tributaria (que le costó el puesto a la funcionaria que destapó la olla) por un fraude al FUT, es que hoy tenemos pruebas de que la democracia ofrecida por la Concertación (hoy Nueva Mayoría) y la Alianza por Chile, era un producto en transacción mediante la oferta de financiamiento de campañas (y de seguro para el bolsillo personal también ante la vida opulenta de algunos políticos y operadores) con boletas falsas que estafan al fisco, o sea, a cada uno de las y los chilenos. En resumen queridos compatriotas, llevamos desde el "retorno de la democracia" financiando nosotros, mediante nuestros impuestos, pomposas campañas electorales. Nos vieron la cara y aún están como si nada.
Lo peor de todo, no es que nos tienen el dedo en la boca puesto de hace unos 25 años, sino que además lo mueven, sabe a mierda y no lo quieren sacar. Prácticamente todo quedará en nada, así como van las cosas según se puede observar la conducta del gobierno de Michel Bachelet. Los indignos ya se están organizando, mientras que los indignados aún somos pocos y sin capacidad de otorgar una salida clara las mayorías que aún no dimensionan lo que está pasando. Quizás usted no lo sabe, pero está en manos del Servicio de Impuestos Internos el que exista una querella contra los políticos que estafaron al país y a sus electores, robándole el dinero al fisco para pagar sus campañas y vidas de lujo, el problema que el Director del organismo, el señor Jorratt, también es un "boletero", pero no es un tonto, y claro está, no se va a investigar a él mismo. No señor. Y como se hizo el leso muy bien, la presidente le pegó una palmada en la espalda y lo ratificó en el cargo. Bastará un dedo de frente para entender que el actual gobierno tomará la actitud que tuvo la UDI cuando esto empezó, dejar que el tiempo dilate todo apostando a que se llegue a un final ficticio de esta crisis ética.
Quizás haya por ahí algún fiscal con ganas de ganarse al amor del pueblo y el odio de los poderosos, quizás no, pero sin masas indignadas en las calles, ni un súper fiscal podrá resistir tanta presión. No es que quiera ver sangre por las calles de las ciudades, pero no deja de sorprender que al chileno promedio le cuesta salir de la queja virtual y pasar a una queja más activa, callejera, organizada. Así que no veo mucha esperanza de salida por una revuelta de conciencia y dignidad popular. No. Aún está la gente muy adormecida o muy temerosa, no lo sé y será materia para que un sociólogo se entretenga. Entonces ¿Qué nos queda? Los partidos políticos externos al Binominal (siendo uno el PH al cual pertenezco), no tienen aún la capacidad de producir/conducir una fuerza que le haga el peso a la plutocracia (el gobierno de los que pagan la política) que nos domina y que de pasadita también domina a las FFAA. Quizás en la unidad de todas las fuerzas autónomas al capital esté la salida, pero tampoco será una cosa fácil. Las desconfianzas mutuas e historiales de contradicciones que existen complican la unidad de fuerzas alternativas y es tarea urgente superar aquello, antes que nos pasen la máquina una vez más.
Así pues, estando yo en la cosa política y en acciones constantes de contra hegemonía, no tengo una mirada optimista para el presente inmediato, pues los síntomas de indignación nacional aún son débiles frente al poder de resistencia a la caída que tienen los estafadores e indignos. Pero si me hacen soñar un poquito, si visualizamos un objetivo mayor que los intereses particulares y somos capaces de dejar de lado las diferencias del pasado, quizás para las próximas elecciones haya una salida, una tercera fuerza diferente de organizaciones y partidos que parten de la base de convocar y trabajar por una Asamblea Constituyente que redistribuya las lógicas de poder en nuestro país.
Hacerse el weón es deporte nacional, y si hubiese un torneo la UDI por lejos se llevaría la copa. Muchos por intuición y otros por evidencia, sabían de la colonización del empresariado en la política, pero no había pruebas, hasta hoy. El escándalo Penta que involucra directamente a importantes figuras del gremialismo fue la primera olla destapada de una serie de escándalos que salpican también a personeros de la coalición del gobierno. En el fondo hoy hay evidencia más que contundente que demuestra lo obvio, el poder político y el poder económico son pololos y hacen cochinadas juntos.
Ante esta avalancha de hechos concretos como la declaración de la secretaria de la Lavín que reconoce el uso de boletas ideológicamente falsas para financiar la campaña del jefe y, la confesión pública de Moreira de que hay irregularidades en la forma en que financió su campaña, la UDI toma una postura que pone la cara de Silva como un buen ejemplo de un trozo de pellín. "La UDI ha tomado la postura de la presunción de inocencia de sus militantes y mientras la justicia no falle en contra, no habrán medidas diciplinarias al interior del partido" dice el presidente actual del gremialismo cuando se le pregunta por las acciones disciplinarias dentro de ese partido, ante el caso Penta y SQM. Estos dichos primero demuestran la completa incapacidad que tiene la UDI de colocar en una dimensión ética la situación en que se encuentra, condicionando lo correcto a lo legal. Es decir, la UDI al poner esta mirada, indica que lo ético y lo legal no siempre están relacionados, pues se puede tener una conducta que groseramente viola la ética pero mientras ésta no sea delito, no habría problema y menos necesidad de pronunciarse al respecto. No importa que Lavín esté con la soga al cuello y que Moreira haya reconocido las "irregularidades" con las boletas, la UDI aún no ve ningún problema en el actuar de sus parlamentarios. Lo segundo es el apetito por el empate que tiene tal partido. Empates ridículos que apuestan a la falta de capacidad crítica del pueblo para que pasen desapercibidas sus incoherencias éticas. Pues predican como fanáticos y actúan como desentendidos de sus propias palabras. La UDI reclama por los derechos humanos de algunos venezolanos, pero exige aún más represión con los mapuches que reclaman por sus tierras ancestrales y autonomía. Habla de gobiernos que agreden al pueblo que protestan por sus derechos, pero pareciera que no saben nada de lo que pasa en México o en España. La hipocresía de este partido de extrema derecha es hoy su máxima cualidad.
Estamos en un proceso de decandencia de la práctica política. Tanto la Nueva Mayoría como la Alianza, mantienen relaciones incestuosas con el gran empresariado, transformando a Chile en una democracia nepótica plutárquica, es decir, hay elecciones para elegir a un grupo cerrado de amigos y familiares sirvientes al poder económico que les paga sus campañas y sostienen sus privilegios. El partido que fundara el principal intelectual de las políticas morales y económicas de la dictadura, Jaime Guzmán, hoy encabeza el desprecio por la política y aun así nos tratan como idiotas. Como si fuésemos incapaces de distinguir la diferencia entre el arreglo de Dávalos y el robo de dinero público mediante boletas falsas que usaron para llegar a puestos de poder. Pero bueno, quizás algo de razón tengan y crucen los dedos que se repita la desidia electoral que ha sostenido nuestro pueblo desde la vuelta a la democracia, permitiendo que los mismos de siempre sigan en el poder.
Hoy la UDI nos demuestra que es posible ser una organización política sin criterio ético propio, sin capacidad de corrección y liderazgo de rectitud. El cara de rajismo de los gremialistas es sólo la muestra más evidente que la derecha extrema está en el suelo de la rectitud y del ejemplo de cambio que necesitamos. Quizás ellos crean que con el cilicio basta y sobra para enderezar la conducta, pero está claro que van a tener que agregarle varias puntas para ver si logran entender que a pesar de que están en el fondo de la tabla, sus mentiras y engaños perjudican a todo el país y a nuestra superficial democracia.