domingo, 28 de noviembre de 2010

El activismo ciudadano 2.0 no “me gusta”


Nadie puede negar que las redes sociales cambiaron la forma de sociabilizar. Estamos a sólo un “click” de casi cualquier información no importando la distancia, es la era de la información digital, de lo instantáneo y del “tiempo real”. Así pues, el ser humano pos moderno se mueve  en dos mundos, en el mundo de la red informática y en el mundo tradicional. De esta manera podemos coexistir con un alter ego on-line, con una propuesta de nosotros mismos en un medio en donde todo puede ser mentira como verdad. Un ejemplo de aquello son las “causas” y “grupos” en la red Facebook; las cadenas de correos electrónicos y los masivos “retwitt” en Twitter. 
Para cuando una persona lee en su muro, correo o “time line” un llamado políticamente correcto, como: no a la matanza de ballenas, no a las termoeléctricas, no (o sí) al aborto, no a la violencia infantil; puede transformar su yo digital en un activista en pro defensa de los animales, en un moralista o en un ecologista, desde el momento mismo que hace “click” y su opinión es noticia para el colectivo virtual. Esto libera a que el “Yo” de carne y huesos, tenga que moverse de verdad por el tema en cuestión, lo que se acomoda a las necesidades publicitarias de las personas de tener que mostrarse para con los otros, como alguien de principios y rectitud moral frente a algunos temas. Esto es extremadamente peligroso, porque transforma o disfraza una opinión calificativa (como el “me gusta”) en un verbo/acción para resolver un problema que requiere más que una declaración de intenciones; requieren organización y movilización social, diálogo con autoridades y de un activismo en terreno. ¿Qué sacamos en concreto con poner un dibujo animado en nuestra foto de perfil de las redes sociales, para evitar el maltrato infantil? Sistemáticamente y desde hace casi 40 años se ha intentado disgregar a la sociedad, evitar que se junte a pensar como un solo cuerpo, el consumidor no debe reflexionar, debe comprar y dejarse llevar por la moda, solo así la economía crece y nos “desarrollamos”; mayor crecimiento económico para un “mejor calidad de vida”.
Se asesinó la educación pública y se está terminando de envenenar le formación cívica, todo en pos de que usted no sea capaz de moverse de su sillón para defender algún principio, para que diga con un “me gusta” , pero no tiene idea de por qué ese pueblo ha llegado a esas condiciones; para que usted se sume a la campaña contra la violencia infantil pero sin haber leído ni medio informe de la UNICEF sobre el tema. La opinión desinformada es necesaria para controlar la voluntad de las masas ignorantes y de apáticos con ganas de ser personas de bien.
Con esto no quiero decir que apoyar una causa sea malo, todo lo contrario, pero debemos ser responsables para cuando damos un parecer sobre algún tema, porque la opinión desinformada no puede transformarse en la norma social y menos si es sólo de discurso y no de hechos. Me asusta pensar en una sociedad aún más apática con el trabajo de bases que necesitamos construir, porque, con este activismo virtual seremos aún más indiferentes en el mundo real sobre temas como la educación y la mala distribución de la riqueza en Chile. 
Si algo nos mueve por dentro, también nos debe mover por fuera, sólo así, con activismo urbano real e informado podremos defender la naturaleza, los animales, los niños y todas las causas que usted estime digna para un “me gusta”.

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